Comunicación: Diez consejos

Diez cosas que usted puede hacer en casa para ayudar a su hijo a comunicarse

Cree un ambiente de calma y tranquilidad para su bebé y protéjalo de los ruidos fuertes y sonidos electrónicos. Reduzca al mínimo el sonido de la televisión y el ruido de fondo para crear un ambiente de paz. Asegúrese de que la voz humana sea el sonido que escuche con más frecuencia.

Tenga conversaciones con su bebé. Cuando su hijo emita sonidos, responda como si estuviera hablando. Sus sonidos se convertirán en balbuceos, son sus primeros intentos para comunicarse. Habla con él durante todo el día y anime a quienes lo cuidan y lo visitan a hacer lo mismo.

Léale cuentos,  poesía, y cántele. Los niños tienen un vocabulario más amplio y se convierten en mejores lectores cuando se les lee con frecuencia. Lea desde el principio de sus vidas. Les encanta escuchar el mismo libro una y otra vez. Busque libros basados ​​en la realidad con dibujos simples de objetos cotidianos, acciones y eventos. Cántele sus canciones favoritas.

Hable clara y directamente. Explique las rutinas que está viviendo, momento a momento. Tan importante como lo es el hablar y el leerle, también es importante tener osen cuenta sus esfuerzos por vocalizar y reconociéndolos con una caricia, una sonrisa, o repitiendo lo que escuchó.

No use "lenguaje infantil" o invente un lenguaje especial de “palabritas”. Su bebé se confunde con palabras “de niño", sin sentido. Él tiene que escuchar las palabras correctas utilizadas por los adultos en conversaciones. Cuando usted hable con su bebé, sea claro y lógico. Él está aprendiendo muchas palabras. Asocia objetos con las palabras y por lo tanto, debe oír el nombre del objeto que está mirando o agarrando.

Responda a sus intentos de comunicación. Su respuesta le ayuda a pasar de los gestos a las palabras con mayor rapidez. Él ve que sus esfuerzos tienen resultado. Cuando usted escucha a su hijo y responde, le está diciendo, "Tus palabras son importantes." Se está construyendo una relación que le hace querer hablar.

Emplee vocabulario correcto, no sólo palabras generales, sino también determinadas palabras, como "prensa de ajo" y "cortina de baño". Enséñele el nombre de todas las habitaciones de la casa, el nombre de los utensilios de cocina, palabras del dormitorio, del cuarto de baño, etc.

No repita los errores de pronunciación ni los convierta en “broma familiar”. Si su hijo dice "pasgetti", responda con la palabra correcta: "Vamos a comer espagueti en la cena." Mediante la repetición de la frase con la palabra correcta o bien continuar la comunicación, usted le ayude a absorber gradualmente la palabra correcta y su uso.

Tomen turnos para contar historias. Cuente historias de la vida, no sólo de los libros. A su hijo le encantarán los detalles en un cuento simple que narre los acontecimientos del día. "Te despertaste, te vestiste con tus pantalones verdes y tu camisa de dinosaurios, te cepillaste los dientes, y....”

Tómese el tiempo para escuchar. Tenga paciencia para escuchar, incluso si usted no entiende lo que está diciendo. No interrumpa o sugiera palabras, sino dele tiempo para que termine. El interés mostrado le animará a continuar la comunicación.